Quítate esa idea de la cabeza. Los lugares más famosos estarán repletos de gente, serán los más caros, todo estará diseñado para el turismo, por lo que serán los menos auténticos, y al final la experiencia puede que no sea la más enriquecedora. Hasta un pequeño rincón en medio de la nada puede significar más para tí. Al final lo que importa es lo que sientas tú, no lo que otros vean o sepan de tí.